La orden fue fundada
hacia 1190, en plena tercera cruzada a partir de un hospital alemán levantado
cerca de Acre, bajo la advocación de Santa María de Jerusalén. En 1191 Clemente
le otorgó una bula pontificia y Celestino III la confirmó cinco años después.
Inocencio III en 1198 otorgó una normativa disciplinaria, no una regla
propiamente, que consistía en una refundición de preceptos extraídos tanto de
la Orden del Temple como de la Orden de San Juan. Honorio III asimiló la canónicamente
la Orden Teutónica a la del Temple. Federico II concedió al Gran Maestre Teutónico
Hermann de Salza, el rango de Príncipe del Imperio. Hasta finales del siglo XIII,
sus mayores fortalezas estaban en Tierra Santa, destacando el castillo de Monfort
a 50 kilómetros de Acre. El capítulo general se reunía en Palestina. La pérdida
de Acre llevó a la orden a buscar nuevos espacios de evangelización. En la península
ibérica disponía de una encomienda otorgada cuando el maestre Hermann de Salza visitó
Castilla, sus freiles participaron en toma de Sevilla, recibiendo un pequeño legado
en el repartimiento. La encomienda se denominaba Santa María de Castellanos de la
Mota de Toro.
domingo, 13 de mayo de 2012
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